Implacable por Paty Herrera

La soberbia es uno de los principales pecados capitales y en el caso de Hugo López-Gatell Ramírez una de sus principales características. Su sonrisa socarrona, su retorica viperina y el cinismo con el que trataba a todos los que cuestionaron su pésimo desempeño en la gestión de la pandemia de Covid-19 quedó grabado en la memoria de los mexicanos.

Tuvo el atrevimiento de llamar “Golpistas de Derecha” a los padres que rogaban por medicamentos y terapias para sus hijos con cáncer. Manipulo las cifras de muertes por Coronavirus a nivel nacional, pues el numero real de fallecidos fue del triple admitido por la Secretaría de Salud.

López-Gatell coadyuvó al desmantelamiento del Seguro Popular. Y secundó el desabasto de medicamentos, al ser uno de los principales inquisidores de los laboratorios que vendían medicinas al Sector Salud. Acusándolos de corruptos y de aprovecharse de los pacientes en contubernio de los anteriores directores del IMSS e ISSSTE.

Bajo su tutela el Seguro Popular fue sustituido por el INSABI, un programa mal ejecutado y mal estructurado que no duro ni 3 años y que fue reemplazado por el sistema IMSS-BIENESTAR. Sin embargo, la cantidad de pacientes afectados por los malos manejos de las instituciones médicas es realmente indignante, cientos mexicanos murieron a la espera de un tratamiento.

Al Doctor Muerte le encantaba el protagonismo y le fascinaba la atención de los medios, denostó a sus predecesores y era uno de los mayores “lame testículos” de López Obrador, hubo un momento en el que López-Gatell se sintió inamovible y hasta presidenciable.

Con el tiempo la realidad lo rebaso y su obscena torpeza hizo que hasta el expresidente lo corriera de su oficina. Para desventura de Huguito, fue una de sus principales detractoras quien fue la elegida como la sucesora de Obrador. Así es Claudia Sheinbaum y López-Gatell nunca tuvieron buena relación y hay rumores de que se gritaban en los pasillos de Palacio Nacional.

Ante la antipatía de Sheinbaum, Gatell buscó con desesperación la candidatura por la Jefatura de Gobierno de la capital para salvar su pellejo pero era claro que ya nadie lo apoyaba y todos le habían dado la espalda.

La opinión publica acusó a Sheinbaum de premiar al Doctor Muerte al enviarlo a la OMS como representante de México. Pero la realidad es que Claudia lo está desterrando y se está deshaciendo de él. Es parte de la humillación de Gatell otorgarle un título irrelevante, convertirlo en un simple burócrata más, además de tratarlo como a un eunuco.  Aspecto que Claudia Sheinbaum admitió indirectamente con una sonrisa burlona.

La verdadera representante de México ante la OMS es una mujer, su nombre es Francisca Méndez, embajadora de la Misión de México ante Organismos Internacionales.

Hugo López-Gatell pasará a la historia como un criminal de cuello blanco, artífice y a la vez títere del genocidio mexicano.

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