
Implacable por Paty Herrera
La marcha de la Generación Z no solo mostró el hartazgo de miles de jóvenes mexicanos, dejó al descubierto la incapacidad de Claudia Sheinbaum para admitir la realidad nacional. Mientras los jóvenes mexicanos exhibieron madurez política, claridad y organización, el régimen respondió con soberbia y autoritarismo.
Sheinbaum, atrapada en la necesidad de complacer al Peje y al crimen organizado, prefirió mantener intacta la narrativa oficialista y reaccionó como siempre, minimizando, sermoneando y victimizándose. En lugar de reconocer la legitimidad de la protesta, optó por descalificarla, advirtiéndole al “pueblo bueno” que unos cuantos gritos e insultos no la van a doblegar.
Pero la marcha fue demasiado contundente y demasiado auténtica como para ocultarla bajo la alfombra del oficialismo. Tan es así que Donald Trump dejó en claro que su gobierno sigue insatisfecho por la inacción de la señora Sheinbaum contra los cárteles. Trump no está dispuesto a ceder y desea fervientemente ordenar un ataque directo contra los principales carteles mexicanos sobre suelo nacional, sin la autorización del Claudia.
Sheinbaum pretende continuar con la simulación de la transformación, sin importarle el deterioro del país, la violencia sin control, un sistema judicial colapsado, el desempleo disfrazado con propaganda, la censura disfrazada de “regulación” y una política pública que confunde ideología con resultados.
The Wall Street Journal publicó que “La protesta juvenil en México refleja una frustración genuina ante un gobierno que prefiere la propaganda a la rendición de cuentas”. Cuando uno de los periódicos más influyentes del mundo subraya que la administración de Sheinbaum está fallando en transparencia y seguridad, el mensaje es claro: el problema no es la juventud, es el gobierno.
La diputada española Cayetana Álvarez de Toledo critico fuertemente a Sheinbaum. Enfatizó que es Claudia quien debería pedir disculpas a los mexicanos, por el asesinato de Carlos Manzo y por los miles de muertos por el crimen organizado. “Ella debería pedir disculpas por los muertos que se siguen produciendo hoy”, señaló durante su intervención en Lima, en la Conferencia Anual de Ejecutivos.
La de por si infladísima popularidad de presidentA con A, va en caída libre y sus correligionarios son como ratas dispuestas a devorarla con tal escapar de la justicia y salvaguardar su riqueza ilícita. A Sheinbaum se le acaban los pretextos y México sigue a merced del crimen organizado, y ahora también en la antesala de una posible recesión económica si se cae la negociación del T-MEC, ante las exigencias del gobierno estadounidense por un mayor combate al narcotráfico.