Por Ricardo Caballero de la Rosa

El 17 de diciembre de 2025, el INEGI dio a conocer los resultados preliminares de la Medición de la Economía Informal (MEI) 2024, una publicación que ofrece una visión detallada sobre la contribución del sector informal al producto interno bruto (PIB) de México, con el objetivo de comprender su dinámica, estructura y evolución dentro del entramado económico nacional.

La economía informal participó con 25.4% del PIB nacional en 2024, lo que implica un incremento de 0.7 puntos porcentuales respecto a 2023, cuando la participación fue de 24.7%. Esta cifra representa uno de los mayores registros en la serie histórica y destaca la relevancia del sector informal como componente estructural de la economía mexicana.

La MEI, elaborada con año base 2018 y como parte del Sistema de Cuentas Nacionales de México (SCNM), estima el Valor Agregado Bruto (VAB) generado por actividades informales que, si bien no están completamente registradas o reguladas, movilizan recursos y generan ingresos en diversos rubros productivos.

El informe del INEGI distingue entre dos grandes componentes de la informalidad. Por un lado, está el sector informal (SI), conformado por micronegocios que no cuentan con los registros legales básicos para operar y, por otro, las restantes modalidades de la informalidad (OMI), que agrupan actividades productivas sin acceso a prestaciones laborales o seguridad social, aun cuando operen dentro de unidades económicas formales. En 2024, el sector informal (SI) aportó 14.5% al PIB, mientras que las OMI contribuyeron con 10.9%.

Un aspecto destacable de la MEI es la comparación entre la participación laboral y la contribución al PIB. En 2024, el 54.4% de la población ocupada trabajó en condiciones de informalidad, mientras que el sector formal empleó al 45.6% de los ocupados. Sin embargo, el sector formal generó 74.6% del PIB, frente al 25.4% aportado por la informalidad. Dicho de otra forma, por cada 100 pesos producidos en la economía, 75 pesos fueron generados por ocupados formales y 25 pesos por ocupados informales.

El crecimiento de la economía informal refleja, por un lado, la flexibilidad del mercado laboral mexicano para absorber a una fuerza de trabajo amplia y, por otro, las persistentes limitaciones de productividad, acceso a servicios financieros, protección social y formalización empresarial. Este fenómeno, aunque ampliamente reconocido, plantea desafíos para la política pública, especialmente en términos de recaudación fiscal, protección social, innovación y desarrollo productivo.

Finalmente, la MEI 2024 ofrece también datos desagregados por actividad económica, donde el comercio al por menor informal se mantuvo como el principal generador de valor agregado, seguido por la construcción y otros servicios, lo que evidencia la heterogeneidad interna de este sector.

Mi correo ricardocaballerodelarosa@gmail.com